¡Cómo me encanta llamar a San José Patriarca de los cristianos y de os elegidos de Dios! ¿Cómo podríamos no darle este venerable título a quien de forma tan especial jugó un papel importantísimo en los misterios de nuestra regeneración espiritual? Beato Guillermo José Chaminade
El término “patriarca” significa padre. Lo que todos los patriarcas del Antiguo Testamento prefiguraron, y lo que todos los padres cristianos están llamados a reflejar, es la luz paternal de Dios brillando a través de la paternidad de San José. Después de Cristo, San José es el más grande de todos los Patriarcas; ¡es el más grande de todos los padres!
Imagina la santidad de todos los patriarcas antiguos, esa larga línea de sucesivas generaciones que es la misteriosa escalera de Jacob, culminando en la persona del Hijo de Dios. Ve cuán grande fue la fe de Abraham, la obediencia de Isaac, la valentía de David, la sabiduría de Salomón. Después de haberte formado la más alta opinión de estos santos, recuerda que San José está en la parte alta de la escalera, a la cabeza de los santos, los reyes, los profetas, los patriarcas. Es más fiel que Abraham, más obediente que Isaac, más generoso que David, más sabio que Salomón. En una palabra, superior en gracia, porque está cerca de la fuente, de Jesús, que duerme en sus brazos. Beato Guillermo José Chaminade
San José es un reflejo del Padre de las luces. En la carta de Santiago leemos:
Toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre d las luces, en quien no hay cambio ni sombra de rotación. (Sant 1, 17)
En el principio, Dios creó las grandes luminarias en los cielos: el sol, la luna y las estrellas. Sin luz, la creación estaría en tinieblas. En el Nuevo Testamento, el Padre estableció una nueva creación en Cristo. Por medio de Cristo, el Padre derrama su vida divina, su amor y su luz en nuestros corazones.
San José y su paternidad juegan un rol muy importante en el maravilloso plan de Dios. San José es el reflejo perfecto del Padre de las luces, y nos ayuda a recibir la luz de Cristo. San José es un portador de luz; él nos atrae a Jesús, verdadera luz del mundo.
San José te ayudará a vivir en la luz de Dios. Tú eres hijo de la luz. Como cristiano, Jesús te hace participar de su luz para que seas luz del mundo (ver Mt 5, 14-16).
Todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. (1 Ts 5, 5)
Antes, vosotros fuisteis tinieblas; pero ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz, pues el fruto de la luz consiste en todo tipo de bondad, justicia y verdad. (Ef 5, 8-9)
El “Lumen Patriarcharum” aterroriza a Satanás. En la versión en latín de la Letanía de San José, el título de “Luz de los patriarcas” aparece como “Lumen Patriarcharum”. El demonio odia a San José y su luz. Otro nombre de Satanás es Lucifer, que significa “portador de luz”. Lucifer perdió la luz por su soberbia y desobediencia a Dios. Satanás vive ahora en perpetua oscuridad y por eso aborrece la luz. Satanás le teme a tu padre espiritual, porque San José es una humilde criatura de carne y sangre, el reflejo perfecto del Padre de las luces.
San José es un verdadero y eterno portador de luz, un icono de Dios Padre. Después de Jesús y María, no hay ninguna persona que Satanás deteste más que San José. ¡Mantente cerca de San José y camina en la luz!
Deseo ofrecer una particular palabra de aliento a los padres, para que tomen a San José como su modelo. Aquel que vigilo al Hijo del hombre, puede ensenarles el significado de su propia paternidad. Papa Benedicto XVI