¿Alguna vez alguien ha visitado Loreto que no haya visto con sus propios ojos y escuchado con sus propios oídos las poderosas obras de Dios y las haya sentido en su propia alma? San Pedro Canisio
La casa más sagrada del mundo se encuentra en Italia.
Lo has leído bien. Solía estar en Tierra Santa, pero se cambió de ubicación.
La casa familiar de Jesús, María y José se encuentra en el pueblo de Loreto, en Italia. ¿Cómo llegó hasta allí? Bueno, lo que estás a punto de leer es la verdadera historia de cómo la casa de la Sagrada Familia de Nazaret fue transportada a Italia por ángeles. La historia es tan fascinante que, probablemente, quieras ir a Loreto después de leerla.
Según los historiadores, la casa de la Sagrada Familia permaneció en Nazaret durante trece siglos. Después, el 10 de mayo de 1291, de pronto, ¡desapareció! Lo único que quedó de la casa fueron sus cimientos.
Toda la comunidad de Nazaret se dio cuenta de la repentina desaparición de la casa, quedando absolutamente estupefactos, ya que resultaba imposible que una sola persona, o incluso un grupo de personas, hubiesen levantado la casa tan rápidamente sin que nadie se hubiese percatado de ello.
Según la tradición, la Santa Casa fue transportada fuera de Nazaret por ángeles. En los relatos de sus experiencias místicas, la beata Ana Catalina Emmerich, habla sobre la transportación angélica de la casa, afirmando:
He visto muchas veces el traslado de la Santa Casa a Loreto. Yo no lo podía creer, a pesar de haberlo visto varias veces en visión. La he visto llevada por siete ángeles que la cargaban con ella sobre el mar. No tenía suelo, en su lugar tenía una superficie de luz brillante. Por ambos lados tenía como unas asas; tres ángeles la sostenían por un lado y tres por el otro para llevarla por los aires. Uno de los ángeles volaba delante, arrojando una gran estela de luz y resplandor.
¡Verdaderamente fascinante! Lo que la beata Ana Catalina no observó en sus visiones, sin embargo, es que los ángeles, primero, llevaron la Santa Casa de Nazaret al pueblo de Trsat, un lugar de la actual Croacia. En aquel tiempo, Croacia se conocía como Iliria o Dalmacia. ¿Por qué los ángeles la llevaron allí, y cuál es el motivo de moverla desde un principio?
La Santa Casa fue reubicada en 1291, y la razón por la cual los ángeles la transportaron fuera de Nazaret, se supo claramente tres años después. En 1294, el pueblo de Nazaret fue saqueado por los invasores musulmanes. Si la Santa Casa hubiese permanecido en Nazaret, los musulmanes la habrían destruido por completo. Dios anticipó el acto sacrílego y envió a sus santos ángeles a cambiarla de lugar.
A lo largo de los siglos, Dios se ha valido de personas como Santa Helena para recuperar las reliquias de Tierra Santa (objetos santos asociados con Jesús, María y los santos) y llevarlas a lugares más seguros. San John Henry Newman visitó una vez la Santa Casa y dio un argumento muy profundo sobre el cambio de ubicación. Escribió:
Aquél que hizo flotar el Arca (de Noé) sobre el oleaje de un mar que cubría toda la tierra y encerró en ella todas las cosas vivientes, que ha ocultado el paraíso terrenal, quien dijo que la fe podría mover montañas, quien sustentó a miles durante cuarenta años en un desierto estéril, quien transportó a Elías y lo mantiene oculto hasta el final, también pudo hacer esta maravilla. Y, de hecho, podemos ver todos los demás registros de nuestro Señor y sus santos reunidos en el corazón de la cristiandad desde los confines de la tierra mientras le paganismo lo invadía (es decir, sus reliquias). San Agustín sale de Hipona; el profeta Samuel y San Esteban dejan Jerusalén; el pesebre en el que estuvo nuestro Señor sale de Belén con San Jerónimo; la Cruz es desenterrada; San Atanasio se va a Venecia. En resumen, no me cuesta ningún trabajo creerlo.
Pero ¿Por qué fue primero a Croacia? ¿Por qué los ángeles no la llevaron directamente a Italia? En realidad, nadie sabe la respuesta. Quizá Dios quería bendecir la tierra de Croacia con la presencia de la Santa Casa antes de llevarla a su ubicación final. En una ocasión, Jesús sanó a un hombre sordo poco a poco, no inmediatamente.
El que los ángeles hayan movido la Santa Casa a varios lugares antes de colocarla finalmente en Loreto, produce como efecto que haya una multitud de testigos de la milagrosa aparición y desaparición de la casa. Es decir, el que Dios haya permitido que la casa se moviera varias veces antes de ponerla en Loreto, prueba que no estaba siendo movida por hombres, sino por los santos ángeles de Dios.
Veamos más de cerca las milagrosas transportaciones de la Santa Casa. El 10 de mayo de 1291, el día que la Santa Casa desapareció de Nazaret, las gentes del pueblo de Trsat, en Croacia, fueron testigos de la repentina aparición de una nueva casa en el pueblo. Ninguna persona de la villa sabía cómo había llegado hasta allí. Curiosamente, los habitantes observaron que las cuatro paredes de la casa yacían en la tierra. La casa no tenía cimientos.
Después de estar en Croacia tres años, la casa, milagrosamente, volvió a desaparecer el 10 de diciembre de 1294. Nadie en el pueblo vio a la casa irse. Lo único que quedó en el lugar fueron las marcas de la casa en la tierra. Hoy en día, hay un monumento en Trsat que marca el lugar exacto donde la Santa Casa estuvo ubicada durante tres años.
¿A dónde fue la Casa después de Croacia? Fue llevada por los ángeles, a través del Mar Adriático, al pueblo de Piceno, en Italia. De manera increíble, ocurre lo mismo en este pueblo nadie vio cuándo llega la casa y nadie sabe de dónde ha venido. La casa permaneció en este lugar durante ocho meses, y esto fue porque ladrones comenzaron a robar a los peregrinos (muchos de ellos llegados de Croacia) que venían a visitar la Santa Casa.
En agosto de 1295, la casa volvió a desaparecer, para reaparecer en una colina no lejos del pueblo de Piceno. Esta colina pertenecía a dos hermanos, que comenzaron a pelear por la titularidad de la casa. Incapaces de resolver la disputa, los hermanos comenzaron a explotar a los peregrinos para obtener beneficios económicos.
La Santa Casa permaneció en su propiedad sólo algunos meses y después, milagrosamente, ¡volvió a desaparecer!
Casi a finales de diciembre de 1295, la Santa Casa fue llevada por los ángeles a una distancia muy corta de su ubicación anterior, pero suficientemente lejos como para no estar en la propiedad de los dos hermanos.
A este lugar se le conoce como Loreto, el pueblo donde la casa se encuentra a día de hoy (El milagro de la Santa Casa siendo transportada por Ángeles cuatro veces, es la razón por la que la iglesia católica ha declarado a Nuestra Señora de Loreto la Patrona de la aviación).
¿Cómo sabemos que todo esto es verdad? Bueno, en 1296, un año después de que la Santa Casa llegara a Loreto, la Iglesia Católica designó dieciséis delegados que investigaron todo. Los delegados visitaron Loreto, Croacia y Nazaret, y realizaron extensos estudios con el objetivo de verificar los sucesos. Los enviados fueron primero a Loreto.
En Loreto tomaron las medidas exactas de la casa, anotando todos los detalles. De allí fueron a Trsat, en Croacia, y donde había estado la casa tomaron también medidas de las marcas que quedaron en la tierra. Después viajaron a Nazaret para comparar las medidas de Loreto y Trsat con los cimientos originales.
Increíblemente, en los tres lugares (Loreto, Trsat y Nazaret), ¡las medidas eran exactamente las mismas! No había discrepancia alguna. Todo concordaba perfectamente.
Siglos después, científicos realizaron análisis químicos de las piedras de las paredes de la anta Casa en Loreto. También se realizaron estudios químicos de la madera utilizada en el techo de la casa. ¿Qué crees que descubrieron? ¡Las paredes de la Santa Casa están hechas con piedras que son exclusivas del área de Nazaret, y la madera del techo de la casa proviene exactamente del área de Nazaret! Incluso se determinó que el mortero empleado para construir la casa estaba hecho de un material originado en Tierra Santa.
Como resultado de los estudios, se comenzó a construir una iglesia más grande alrededor de la Santa Casa, para acomodar así a los muchos peregrinos que llegaban a Loreto. Otro testigo de la veracidad de estos hechos es que la visita de peregrinos llegados a Loreto provenientes de Trsat y Croacia, que, cada año, piden al cielo que la Santa Casa regrese a Croacia.
Después de que la Santa Casa llegó a Loreto, en Italia, en 1295, casi cincuenta Papas han afirmado su transportación milagrosa por ángeles, algunas veces refiriéndose a la transportación como la “traslación” de la Santa Casa. En el siglo XV, dos Papas fueron sanados milagrosamente en la Santa Casa.
En el siglo XVI, se completó una basílica fortificada alrededor de la Santa Casa para protegerla de los ataques musulmanes. Posteriormente, para fortificar aún más la estructura, la Santa Casa fue revestida de mármol de Carrara.
Casi todos los Papas después de Pío II (uno de los Papas del siglo XIII que fue sanado milagrosamente) han hablado sobre sus milagros traslación. San Alfonso María de Ligorio
¿Por qué Dios y la Iglesia han tomado tales medidas para preservar esta casa? ¡Porque es el sitio de la Encarnación! La tradición afirma que María nació y fue educada en la Santa Casa, y que fue en esta casa donde el Arcángel San Gabriel se le apareció a la Virgen, y donde el Verbo se hizo carne. ¡Es una casa de maravillas sobrenaturales!
Se dice que ella (María) nació en la ciudad misma de Nazaret y, ciertamente, en la misma habitación en la que, cubierta por el Espíritu Santi, concibió después del saludo del Ángel. San Jerónimo
Realmente es la casa de Nazaret laque se venera en Loreto. Esa casa muy querida por Dios por tantas afirmaciones, construida originalmente en Galilea, separada de sus cimientos y llevada por el poder divino, cruzando los mares, primero a Dalmacia y después a Italia. La bendita casa en donde la Santísima Virgen, predestinada desde toda la eternidad y perfectamente libre del pecado original, fue concebida, donde nació y creció, y en donde el mensajero celestial la saludó como la llena de gracia para convertirse en la Madre del único Hijo de Dios. Papa Beato Pío IX
La Santa Casa también fue donde vivió la Sagrada Familia en Nazaret. La casa es comúnmente conocida como “Santa Casa de María”, pero también merece ser llamada la “Santa Vasa de José”. Cuándo y cómo obtuvo posesión San José de la casa no se sabe a ciencia cierta, pero seguramente ocurrió como resultado de su matrimonio con María.
De hecho, recientes excavaciones cerca de la basílica de la Anunciación ofrecen pistas de cómo la casa de la infancia de María se convirtió en la casa de la Sagrada Familia.
Cuando los peregrinos viajan a Tierra Santa, normalmente van a Nazaret para ver la basílica de la Anunciación (donde solía estar la Santa Casa y donde permanecen los cimientos de la habitación de la Encarnación). Lo que muchos peregrinos desconocen completamente es que, muy cerca de la basílica, está el taller de San José.
La tradición cuenta que, cuando José y María se comprometieron, antes de vivir juntos, José vivía y trabajaba en su propia casa no lejos de María. Una vez que María y José comenzaron a vivir juntos, decidieron vivir en la casa donde María había crecido, mientras que José utilizó la otra casa como su taller.
Esto nos ayuda a entender por qué San José no estaba presente cuando el Ángel visitó a María durante la Anunciación él no vivía con ella en ese tiempo.
La Santa Casa es una reliquia singular que cuentos, sino miles de santos han visitado. Antes de ser transportada a Loreto, San Francisco de Asís y Santa Elena visitaron la casa en Nazaret. Desde su transportación mística a Loreto, incontables santos han peregrinado a Loreto para verla, incluyendo a:
San Ignacio de Loyola
San Francisco Javier (hizo una peregrinación a Loreto antes de salir en su viaje misionero a la India)
San Francisco de Borja
San Carlos Borromeo
San Pedro Canisio (defendió la verdad de la Santa Casa frente a los protestantes, que decían que era una leyenda)
San Luis Gonzaga
San Santiago de las Marcas
San Estanislao de Kostka
San Francisco de Sales
San Luis Guanella
San Lorenzo de Brindisi
San Benito José Labre (es llamado “el santo de Loreto”, porque visitó la Santa Casa muchas veces)
San Francisco Caracciolo
Beato Antonio Grassi (creció cerca de la Santa Casa. En una ocasión, arrodillado en oración delante de la Santa Casa, fue alcanzado por un rayo. Este hecho milagroso lo curó de un severo dolor de indigestión que había tenido toda la vida. Como resultado de la sanación, prometió visitar la Santa Casa una vez cada año en peregrinación)
San Maximiliano María Kolbe
San Josemaría Escrivá (visitó la Santa Casa siete veces, y consagró el Opus Dei a María en Loreto)
San Juan XXIII
San Juan Pablo II
Santa Teresa de Lisieux visitó la Santa Casa con su padre en 1887, de camino a Roma, y escribió sobre la visita en su autobiografía:
No me extraña que la Santísima Virgen haya elegido este lugar para transportar a él su bendita casa. Allí la paz, la alegría y la pobreza reinan como soberanas. Todo es sencillo y primitivo. Las mujeres han conservado su vistoso traje italiano, y no han adoptado, como en otras ciudades, la moda de París. En una palabra, ¡Loreto me encantó! Y ¿qué puedo decir de la Santa Casa…? Me emocionó profundamente encontrarme bajo el mismo techo que la Sagrada Familia, contemplar las paredes en las que Jesús posó sus ojos divinos, pisar la tierra que José regó con su sudor y donde María llevó en brazos a Jesús después de haberlo llevado en su seno virginal… visité la salita donde el Ángel se apareció a la Santísima Virgen… Metí mi rosario en la pequeña escudilla del Niño Jesús… ¡Qué recuerdos tan maravillosos…!
La Santa Casa es una reliquia poderosa. Jesús, María y José vivieron, durmieron, comieron y rezaron allí. Es tan poderosa, que el diablo no quiere saber nada de ella. El beato Battista Spagnoli de Mantua (1447-1516), superior de la Orden Carmelita de 1513 a 1516, sacerdote muy devoto de la Santa Casa, ofreció este testimonio ocular de un exorcismo realizado a una mujer en la Santa Casa de Loreto el 16 de Julio de 1489:
No pasaré por alto algo que vi con mis propios ojos y escuché con mis propios oídos. Sucedió que una dama francesa de buena posición y gentil de nacimiento, llamada Antonia, llevaba largo tiempo poseída por malos espíritus, y fue llevada al santo lugar por su esposo, para que pudiese ser liberada. Mientras un sacerdote llamado Esteban, hombre ejemplar, rezaba sobre ella el exorcismo común, uno de los demonios se jactó de haber sido el instigador de la masacre de los Inocentes. Habiéndole preguntado, ante su sorpresa, si éste había sido el aposento de la Virgen Inmaculada, replicó que ciertamente lo había sido, pero que lo confesaba contra su voluntad, obligado por María a confesar la verdad. Además, señaló también los lugares de la Santa Casa donde habían estado San Gabriel y María.
Incluso la Santa Casa tiene su propia fiesta litúrgica. El 12 de abril de 1916, el Papa Benedicto XV emitió un decreto estableciendo la fiesta litúrgica anual de la Traslación de la Santa Casa. Hasta el día de hoy, la fiesta de la Traslación de la Santa Casa es celebrada en Loreto con gran solemnidad cada 10 de diciembre.
En esa sacratísima casa se llevó a cabo el comienzo de la salvación del hombre por el grande y admirable misterio de Dios hecho hombre. Entre la pobreza de esta apartada morada vivieron esos modelos de la vida doméstica y la armonía. Papa León XIII
¿No es por un milagro sin igual que esta Santa Casa fue traída por tierra y mar de Galilea a Italia? Por un acto supremo de benevolencia del Dios de toda misericordia, se ha colocado en nuestro dominio pontificio, donde durante tantos siglos se ha convertido en objeto de veneración de todas las naciones del mundo y resplandece con incesantes milagros. Beato Pío IX, Papa
La Santa Casa de Loreto es la morada donde la Palabra divina asumió la carne humana y fue trasladado por el ministerio de los ángeles. Su autenticidad está demostrada por los monumentos antiguos y la tradición inquebrantable, así como por el testimonio de los soberanos pontífices, el consenso de los fieles y los continuos milagros que allí ocurren que se siguen produciendo incluso a día de hoy. Papa Benedicto XIV
Letanía de San José
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios. Ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Custodio purísimo de la Virgen, ruega por nosotros.
Nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Diligente defensor de Cristo, ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
José Justo, ruega por nosotros.
José Casto, ruega por nosotros.
José Prudente, ruega por nosotros.
José Fuerte, ruega por nosotros.
José Obediente, ruega por nosotros.
José Fiel, ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.
Modelo de obreros, ruega por nosotros.
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.
Custodio de vírgenes, ruega por nosotros.
Pilar de las familias, ruega por nosotros.
Consuelo de los desdichados, ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.
Patrono de los moribundos, ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Protector de la santa Iglesia, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Lo nombró administrador de su casa.
R. Y señor de todas sus posesiones.
ORACIÓN
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a San José para esposo de tu Santísima Madre!; te rogamos nos concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.