Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde, que comáis el pan de vuestros sudores: ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! (Sl 127, 2)
Dios ama el sueño, él lo hizo. Tu Padre Celestial te diseñó para que, aproximadamente, una tercera parte de tu vida la pases durmiendo. él mismo descansó después de haber creado los cielos y la tierra (ver Gn 2, 2-3).
Dios es un Padre. Se deleita viendo a sus hijos dormidos. Dios se comunica con sus hijos cuando están dormidos, es un hecho bíblico. En la vida y misión de San José, Dios eligió hablarle mientras dormía. En cuatro ocasiones, por medio de un ángel, Dios le dio a San José mensajes muy importantes en sus sueños (ver Mt 1, 20; Mt 2, 13.19.22).
El sueño de San José es tan importante y poderoso que Satanás le tiene miedo. El cristianismo siempre ha sostenido que Satanás, una criatura rebelde, eligió no servir a Dios, declarando con arrogancia “non serviam” (“no serviré”, Jr 2,20). En contraste, la Virgen María pronuncia su humilde “Fiat mihi secundum verbum tuum” “Hágase en mí según tu voluntad”, Lc 1, 38).
El gran San José responde más con una acción obediente que con palabras: “fecit sicut proecepit ei ángelus Domini” (“hizo lo que el ángel le había ordenado”, Mt 1, 24). ¡El sueño de San José cambia las reglas del juego!
Según el Nuevo Testamento, el sueño de San José es la oración. En el cielo, San José ya no duerme, por supuesto, pero en la eternidad sí “descansa en el Señor”. ¿No denominamos “descanso eterno” a la otra vida?
En tiempos recientes, se ha desarrollado en la Iglesia una devoción popular a San José bajo el título de “San José dormido”, que consiste en obtener una estatua de San José que lo represente durmiendo, y se pide su intercesión por una intención particular. Dicha intención se escribe en un pedazo de papel que se coloca debajo de la imagen de San José dormido.
Al hacerlo, la persona le está pidiendo a san José que lleve su intención a Dios. La devoción a San José dormido es una maravillosa forma de mantenerse conectado con tu padre espiritual y pedirle que ruegue (dormido) por tus intenciones.
El poeta francés Charles Péguy escribió acerca de la importancia del sueño en un increíble poema titulado The Portal of the Mystery of Hope (El pórtico del misterio de la esperanza). El poema está escrito desde la perspectiva de Dios, y tiene el propósito de recordar al hombre moderno que Dios se delita en sus hijos cuando duermen. He aquí un extracto:
Tan sólo duerme. ¿Por qué la gente no hace uso de ello? Le he dado a todos este secreto, dice Dios. No lo he vendido. El que duerme bien, vive bien. El que duerme, reza. El que trabaja, también ora, pero hay tiempo para todo, tanto para dormir como para el trabajo. El trabajo y el dormir son como dos hermanos, y se llevan muy bien juntos. Y el dormir lleva al trabajo, así como el trabajo lleva a dormir. El que trabaja bien duerme bien, el que duerme bien trabaja bien.
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Y, sin embargo, me dicen que hay hombres que no duermen. No me gusta el hombre que no duerme, dice Dios. El dormir es amigo del hombre. El dormir es amigo de Dios. El dormir podría ser mi creación más bella. Y yo también descansé el séptimo día. Aquel cuyo corazón es puro, duerme, y el que duerme tiene un corazón puro. Este es e; gran secreto para ser tan infatigable como un niño.
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Sí, me dicen que hay hombres que trabajan bien y duermen poco, que no duermen. Qué falta de confianza en mí.
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Estoy hablando de aquellos que trabajan y que no duermen. Me compadezco de ellos. Estoy hablando de aquellos que trabajan y que, al hacer esto, siguen mi mandamiento, pobres hijos. Y quien, por otro lado, no tienen el valor, no tienen confianza para dormir. Me compadezco de ellos. Se lo echo en cara, un poco. No confían en mí. Como un niño se recuesta inocentemente en los brazos de su madre, así ellos se recuestan inocentemente en los brazos de mi Providencia.
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Tienen el coraje de trabajar. No tienen el coraje de no hacer nada. Poseen la virtud del trabajo. No poseen la virtud de no hacer nada. De relajarse, de descansar, de dormir. Gente infeliz, no saben lo que es bueno. Charles Péguy
El sueño de San José puede ensenarle al hombre moderno importantes lecciones de vida. Una de las lecciones más importantes que nos enseña es que es bueno descansar. Ser adicto al trabajo nunca será algo bueno.
San José no era adicto al trabajo, le gustaba dormir, porque el sueño refrescaba su alma. Dios se comunicaba con San José cuando él dormía, y él era un esposo y un padre más santo gracias a ello.
Cuando descansa no estas perdiendo el tiempo. El sueño es agradable a Dios. Cuando duermas, Dios te hablará y refrescará.
A ser posible, adquiere una imagen o estatua de “San José dormido”. Escribe tus intenciones y déjalas al cuidado de San José. Deja que él le hable a Dios de ti.
Oh, San José, eres un hombre altamente favorecido por el Altísimo. El ángel del Señor se te apareció en sueños mientras dormías, para prevenirte y guiarte mientras cuidabas a la Sagrada Familia. Eras a un tiempo silencioso y fuerte, un protector leal y valiente. Querido San José, ya que descansas en el Señor, confiado de su absoluto poder y bondad, mírame. Te pido que pongas mi petición en tu corazón; sueña con ella y preséntala a tu Hijo. Ayúdame, oh buen San José, a escuchar la voz de Dios, ayúdame a levantarme y a actuar con amor. Yo alabo a Dios y le doy gracias con alegría. San José, te amo. Amén.
Letanía de San José
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios. Ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Custodio purísimo de la Virgen, ruega por nosotros.
Nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Diligente defensor de Cristo, ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
José Justo, ruega por nosotros.
José Casto, ruega por nosotros.
José Prudente, ruega por nosotros.
José Fuerte, ruega por nosotros.
José Obediente, ruega por nosotros.
José Fiel, ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.
Modelo de obreros, ruega por nosotros.
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.
Custodio de vírgenes, ruega por nosotros.
Pilar de las familias, ruega por nosotros.
Consuelo de los desdichados, ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.
Patrono de los moribundos, ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Protector de la santa Iglesia, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Lo nombró administrador de su casa.
R. Y señor de todas sus posesiones.
ORACIÓN
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a San José para esposo de tu Santísima Madre!; te rogamos nos concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.